Con estadio lleno, los dirigidos por Arturo Reyes, fueron letales en casi todos sus ataques, y se van con gol de diferencia.
una final abierta, con partidazo de 5 goles ambos equipos mostraron su interés por obtener la estrella de fin de año y llenar de jubilo a toda su hinchada.
Contra todo pronóstico, la final de ida entre Atlético Junior e Independiente Medellín acabó siendo un partidazo que se jugó a pura ambición, gol y despliegue físico, ante un Metropolitano lleno a reventar y con un 3-2 a favor de los barranquilleros que deja abierta, muy abierta, la disputa final por la estrella.
Todo empezaba en contra del Independiente Medellín: el implacable sol, los 35 grados de temperatura, el Metropolitano rugiendo desde el pitazo y el miedo, ese que hizo que nadie se animara a tocar a Bacca cuando ingresó al área a los 3 minutos y definió la palo de Mosquera Marmolejo para el 1-0. El ímpetu del cierre de los cuadrangulares seguía impulsando el sueño del ‘tiburón’.
Y es que esa caldera que le montaron al rival tomó aún más temperatura cuando, en una jugada casi calcada, por la impactante falta de agresividad en la marca del visitante, se coló esta vez José Enamorado y supo esperar a que el marcador le abriera las piernas para filtrarle la pelota y meter un remate débil pero ubicado para el 2-0 a los 16.
Al rojo le costaba horrores superar la mitad de la cancha, fuera de todo el circuito estaba León Muñiz y Pons no le llegaba noticia de la pelota, todo cortesía de la marca agresiva, asfixiante de Junior.
Debió ser el tercero la espectacular asistencia de Enamorado a los 32 para un Deiber Carcedo que tiró el remate a la luna y debió ser el descuento a llegada de Cetré a los 37, con doble regate pero defectuoso final.
Por fortuna para el espectáculo, una acción fortuita, de esas que Luca González llamaría ‘una aparición de la virgen’, un balón cruzado de Yairo Moreno le pegó a Ortiz y se desvió para descolocar al portero Mele y decidir el descuento 2-1 a los 40 minutos, un nuevo partido, sin duda, en Barranquilla.
Pero tras el descanso la película era muy distinta. Era más el DIM en el arranque del complemento y tenía Londoño el empate a los 56 pero el remate se lo atajaba casi milagroso Mele, mientras Yairo Moreno sin marca desperdiciaba en el cabezazo a los 59, un show de aplausos del DT Arias que acertaba con los cambios de Moreno y Plata por Cetré y Pons y de pura angustia de Reyes, exigiendo a su equipo volver al partido antes de que viniera la debacle.
¿El que no los hace los ve hacer? Sí, capítulo un millón: de manera impecable salvó Mele el que tenía que ser el cuarto gol del encuentro en el buen remate de Moreno y entonces el goleador Bacca sacó del susto a los suyos con otro ingreso decidido y definición letal para el 3-1 a los 71 minutos, la Ley es la ley.
Y así Junior fue administrando al final su ventaja, perdiendo sus minutos, desesperando a su rival, acomodando incluso la pausa de hidratación, soñando con los dos goles de ventaja que llevaba a la revancha del miércoles en el Atanasio, pero vacilando a los 87 minutos en el peor momento: Diego Moreno definió en el doble cabezazo en el área (Varela fue primero) y la cuenta acabó 3-2. ¡Y hasta perdonó Plata a los 90 la igualdad!
Así, el impulso de su espectacular final de cuadrangulares no termina para Junior y la décima estrella parece al alcance de la mano, pero DIM aún tiene una bala en el tambor, el cierre de local, y a eso se apega tras la batalla que dio en Barranquilla.