Durante las primeras horas de la mañana de este jueves, 11 de abril, la delegación de diálogos del ELN anunció que los diálogos que se estaban adelantando entre ellos y el Gobierno nacional se pausaron de manera indefinida.
En la última reunión llevada a cabo en La Habana el pasado 26 de febrero, notificaron a los delegados del Gobierno sobre su decisión de pausar debido a la persistencia gubernamental de adelantar operaciones de desmovilización en Nariño en su contra, lo que para el grupo insurgente es contradictorio sobre los principios de “juego limpio y buena fe” que deben caracterizar las conversaciones de paz. Esto hizo que se siguiera alimentando la desconfianza al Gobierno.
El anuncio fue hecho un día antes de que iniciara el séptimo ciclo de diálogos en Caracas, Venezuela. El grupo guerrillero responsabiliza al Estado Colombiano y recuerda que días atrás había advertido que se pondrían en pausa los diálogos si no cesaba el doble manejo, con el que según ellos, el Gobierno viene trabajando.
Ante esta situación, la mesa de diálogos ha entrado a un estado de congelamiento, lo que resultó en la suspensión del ciclo de conversaciones previsto para este mes de abril. No obstante, la Delegación de Diálogos del ELN informó que ha viajado a Caracas para participar en una reunión extraordinaria con los delegados del Gobierno nacional, con el objetivo de escuchar sus planteamientos y aclarar el rumbo del proceso de paz.
En las últimas semanas el ELN ha venido denunciando el mal estado de las negociaciones, responsabilizando de ello al Gobierno por haber incumplido algunos de los acuerdos alcanzados hasta ahora. En contraposición, esta semana, Naciones Unidas ha alabado a las partes por los avances en el diálogo de paz.
El Gobierno, por su parte, no se ha referido al congelamiento de la séptima ronda de negociaciones. Se espera el pronunciamiento de la Oficina del alto comisionado para la Paz, Otty Ptiño, y de la jefe de las negociaciones con esa guerrilla, Vera Grabe.