Las investigaciones arrojan que el condenado violó las normas establecidas por el INPEC al interior de los establecimientos penitenciarios y carcelarios, Jhonier Leal, portaba en su celda celulares con los que lograba comunicación con el exterior.
La Fiscalía General de la Nación había solicitado al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), el traslado de Jhonier Leal a otro centro penitenciario porque estaría “gozando de beneficios no autorizados por la Ley”.
Al parecer por razones de seguridad, el INPEC no había podido trasladar a Leal al centro carcelario La Tramacúa, ubicada en Valledupar (Cesar). Sin embargo, al anochecer del viernes 13 el investigado llegó con agentes de la institución.
La solicitud del traslado desde la cárcel La Picota de Bogotá hasta Valledupar se debe presuntamente, a la información que recibió el ente acusador cuando en medio de una requisa en la cárcel, le fue hallado un celular que, al parecer, utilizaba desde su celda para hacer llamadas telefónicas.
Por tal motivo, el director del INPEC, el coronel Daniel Fernando Gutiérrez, acogió el requerimiento de la Fiscalía, pero no tenían certeza si enviarían a Jhonier Leal a la cárcel La Tramacúa en Valledupar o en Cómbita, Boyacá. “Por seguridad no puedo decir cuál de las dos, para salvaguardar la seguridad de esta persona y de los funcionarios”, explicó Gutiérrez en su momento.
La solicitud de la abogada de Jhonier Leal, Ana Julieth Velásquez, ante la decisión de traslado a otro centro carcelario, fue la de garantizar la seguridad de su apoderado y proteger la vida e integridad del su cliente no solo durante el traslado, sino, en su permanencia en la nuevo centro de reclusión.
“Es fundamental que se adopten las precauciones pertinentes para asegurar su integridad física y psicológica en todas las etapas, dado el contexto y las circunstancias que rodean su situación”, concluyó la togada.