El caso del político de Diego Cancino, que hace parte del Gobierno Nacional, cada vez se complica más y ahora hay nuevos señalamientos de una exactriz de contenido para adultos
Diego Cancino, filósofo graduado de la Universidad Nacional, en donde estudió becado después de ser uno de los mejores estudiantes de bachillerato de Colombia, incursionó en el mundo de la política y los cargos públicos hace muchos años y en las elecciones para el Concejo de Bogotá del año 2023 se ganó su lugar con la mayor votación por el Partido Verde. Pero su periodo como funcionario distrital se interrumpió porque el presidente Gustavo Petro lo eligió como encargado de la SAE (Sociedad de Activos Especiales) que se encarga de administrar los activos, propiedades y bienes incautados por actividades ilícitas.
Pues ahora que es funcionario del Gobierno Nacional, estalló un escándalo contra Cancino por la denuncia de Yuly Viviana Vargas Ávila, asesora de la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadanía y Gobierno del Ministerio del Interior. Pues según ella, se habría presentado un presunto caso de acoso sexual con contacto y con mensajes de tono indebido.
Horas después de conocerse públicamente el caso, se sumó un nuevo caso de presuntas actitudes condenables del funcionario, esta vez lo reportó Amaranta Hank, que aparte de haber trabajado como periodista y escritora, recientemente estuvo dentro del mundo del contenido para adultos y también ha tomado un papel reconocido en redes sociales.
¿Qué se sabe de la denuncia contra Diego Cancino por supuesto acoso sexual?
La denuncia de Yuly Viviana Vargas Ávila ya se presentó en la Fiscalía General de la Nación porque, según el relato, en el apartamento de Diego Cancino se habrían dado conversaciones pasadas de tono, contactos indebidos y hasta habría llegado a tocamientos en zonas privadas sin su consentimiento. Y para dar pruebas de lo que habría ocurrido en ese lugar, la mujer también compartió mensajes que tuvieron después del hecho.
«Espero que estés bien. Quiero tomarme un momento para abordar lo que sucedió ayer, ya que me ha dejado con sentimientos de incomodidad por tu actitud, por todo lo que dijiste, lo que hiciste y tu comportamiento en general, incluso cuando ya mis amigos llegaron y acudieron a mi llamado. Ayer, cuando intenté centrarme en temas de trabajo, tu comportamiento fue inapropiado y me hizo sentir incómoda; a pesar de que fui clara en mis intenciones y reiteré en varias ocasiones que solo buscaba discutir asuntos profesionales, parece que esto no fue entendido. Quiero ser muy directa: no estoy interesada en ningún tipo de relación que no sea estrictamente laboral o política y lo reiteré ayer muchas veces y aun así siento que sobrepasaste en repetidas ocasiones ese límite», fue la gran parte del texto que ya se conoció en medios de comunicación para destapar lo ocurrido.
También hubo una aclaración sobre el interés que tenía Yuly Viviana Vargas Ávila de tratar con Diego Cancino y su equipo de trabajo: «Mi interés en trabajar contigo y en el ámbito político se basa exclusivamente en objetivos profesionales y no en relaciones personales. No entiendo por qué mi deseo de colaborar se ha interpretado de una manera tan diferente… Pido, por favor, una vez más, que no se confunda mi interés por trabajar desde lo político y lo organizacional con otra cosa porque he sido muy reiterativa con ello y siento que no estoy siendo escuchada».
Y en la misma conversación vía WhatsApp hay una muestra de disculpas que ofreció el funcionario del Gobierno, como si fuera consciente y aceptando que pasó los límites. «Hola, buenos días. Te ofrezco sinceras y profundas excusas. Perdóname. Mi comportamiento estuvo mal y claramente no debí haber actuado así. Te escucho y asumo las claridades que pones: Jamás voy a confundir los límites claros que me expresas. Eres una mujer y ser hermosa. Bondad y fuerza para transformar. Perdóname, por favor. Te mando un abrazo», se lee en el texto que ha sido difundido como forma de señalar que la denuncia tiene más que motivos para seguir adelante.
Pero ante la disculpa y situación de que posiblemente no se tomara en serio su reclamo, la misma mujer afectada escribió con detalles lo que habría sentido y cómo se habría propasado Cancino: «Agradezco tu disposición para asumir la responsabilidad; sin embargo, siento que es importante ser honesta sobre cómo me siento respecto a lo ocurrido. Me sentí incómoda con los comentarios inapropiados sobre mi apariencia, así como con los intentos de contacto físico sin mi consentimiento en donde en varias ocasiones, incluyendo cuando ya estaban mis amigos, me abrazabas por la espalda tocándome los senos, cosa que no estaba bajo mi consentimiento y lo dejé claro desde el principio».




En ese momento no había llegado todo a los medios y a la luz pública, pero cuando parecía que todo iba a explotar, hubo un último mensaje que reflejaría algo de desespero por lo que podría pasar: «Necesito contarte algo, por favor, contéstame. Te lo ruego». Finalmente, durante el último fin de semana del mes de octubre se destapó todo y por eso el encargado de la SAE sacó un comunicado negando todo.
En un principio, Diego Cancino reconoce las conversaciones que tuvieron por mensajes internos: «En primer lugar, y tal como se lo expresé a Viviana en mensajes privados que ella ha hecho públicos, lamento sinceramente cualquier conducta de mi parte que haya podido resultar ofensiva para una mujer a quien conozco desde hace varios años como defensora de derechos humanos, tarea en la que hemos compartido esfuerzos, y a la que ha dedicado toda la inteligencia y el valor que todos y todas le reconocemos». Pero después hubo negativa de que hubiera tenido comportamientos indebidos y se dirigió a los que han opinado sobre el tema, pero dejando en el escenario de las falsedades esas acusaciones.
«Estoy absolutamente convencido de que en ningún momento incurrí en ninguna forma de acoso sexual en el marco de un encuentro entre excompañeros -ya que hacía más de un mes había salido del Ministerio del Interior-, y en el cual estuvimos acompañados de personas a quienes Viviana invitó en calidad de amigos suyos. Reconozco el legítimo interés que un asunto de esta naturaleza despierta en una sociedad que avanza, en medio de enormes dificultades, en el proceso de construcción de relaciones más igualitarias entre los géneros, y en todos los ámbitos de la vida. Recibo con humildad las críticas que sobre los hechos, como han sido narrados, han expresado tanto amigos como contradictores. Asumo que a todos nos interesa y mueve el deseo sincero de que se esclarezca la verdad y que de ella se deriven las consecuencias que en los distintos planos corresponda», se lee en el texto publicado el domingo 27 de octubre, cuando todos los medios ya registraban el delicado caso.
Para cerrar el caso, de su parte y dejando todo para resolverse en la justicia, el texto de Diego Cancino da a entender que él también se ha visto muy afectado y recordó su labor con diferentes causas: «Reafirmo mi compromiso de aportar todos los elementos que se requieren para que este asunto, doloroso para Viviana, para mí, para mi familia, amigos, compañeros y compañeras, se esclarezca completamente. Estoy comprometido con la justicia, la respeto y colaboraré plenamente con cualquier investigación para contribuir a la verdad en este tema tan delicado y que tanto dolor me causa. Esclarecer la verdad es imperativo y al final nos ayudará a todos y todas en el plano tanto personal, como colectivo. Quienes me conocen saben de mi compromiso, respeto, constancia y entrega por la construcción de un país más justo y equitativo».


Denuncia de Amaranta Hank por supuestos mensajes indebidos de Diego Cancino.
Muchos han sido los personajes de la vida pública que se han pronunciado públicamente en respaldo a la denunciante, también pidiéndole claridad al funcionario, algunos han llegado a pedirle la renuncia a su cargo y el tema se ha politizado desde la oposición que tiene Gustavo Petro y su Gobierno. Pero fue llamativo que el actual ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, respaldara la denuncia de Yuly Viviana Vargas Ávila.
Por medio de su cuenta de ‘X’ (antiguo Twitter), el encargado de la cartera, publicó un mensaje que agradeció la presunta víctima: «Expreso mi solidaridad y apoyo a Yuly Viviana Vargas. Apenas conocí su denuncia, me comuniqué con ella para reafirmarle todo el respaldo del Ministerio del Interior. Rechazamos contundentemente cualquier forma de violencia de género y abuso de poder. No podemos permitir que estas conductas tengan cabida en nuestras instituciones. Debemos garantizar espacios y mecanismos para que las víctimas puedan denunciar este tipo de conductas de manera segura». Y esto se ha tomado como un choque dentro del mismo Gobierno Nacional.
Pero la reacción con más revuelo y difusión ha sido la de Amaranta Hank, que sin decir que sufrió acoso, sí la pasó mal por mensajes y llamadas del ya señalado por otras personas de comportamientos similares: «Le creo a Viviana Vargas en su denuncia a Diego Cancino. Le creo, también, a las demás mujeres que mencionaron que las acosó con mensajes y llamadas. De ninguna manera me considero víctima de él, pero sí pasé un día incómodo por múltiples llamadas que me hizo una madrugada. Le contesté un mensaje un sábado muy tarde porque me dijo que era algo importante lo que quería hablar conmigo. Entonces expongo esto para que sepan que su comportamiento era habitual con varias mujeres».
Aunque en los mensajes publicados del WhatsApp de Amaranta no se ve mayor cosa, la insistencia en verla, las constantes llamadas y expresar la necesidad de contactarla de inmediato, es una forma de condicionarla y persuadirla, a pesar de que no quería responder.
Yuly Viviana Vargas responde comunicado de Diego Cancino
Ante todo el escándalo, que crece y crece, en la mañana del lunes del 28 de octubre hubo unas declaraciones de Vargas Ávila en Blu Radio para responder al comunicado en el que su supuesto agresor la desmiente: «Me parece curioso que diga que lamenta las ofensas o las incomodidades que haya podido generar, pero después dice que no lo considera como acoso… Si para él eso no es acoso, entonces no entiendo para él qué es el acoso».
Ya con más vehemencia, hablando de la ideología de Cancino con las ideas del ‘Gobierno Progresista’ de Gustavo Petro, ella cuestionó lo que expresa el líder de la SAE: «Yo nunca he creído en esos aliades hombres. Realmente yo creo que, cuando tú hablas, debes ser consecuente con lo que dices y efectivamente, este hombre no lo es… Yo soy fiel seguidora y fiel trabajadora de este gobierno… Para mí es indispensable que la gente que trabaja con este Gobierno del Cambio sea coherente con el decir y el hacer».
Pues este delicado caso está creciendo y no es extraño que termine con la renuncia o la salida de Cancino, sobre todo cuando hay tanto contacto con el presidente y lo que está en juego sobre la credibilidad del Gobierno Nacional en la defensa de las mujeres y víctimas de cualquier tipo de acoso, abuso y condicionantes basados en la posición de poder.